Más de 300 fusiles con destino a los paramilitares ingresaron a
Curvaradó en un camión que atravesó por el caserío de Pavarandó donde se
encuentra un retén policial. De acuerdo con la información recibida con
este armamento se pretende reforzar las operaciones de control
territorial con la dotación a jóvenes que vienen siendo reclutados en
diversos municipios del eje bananero.
Los paramilitares desde abril pasado ingresaron a Jiguamiandó en cuyos
limite vienen implementando la siembra de coca e instalaron laboratorios
de cocaína, que ha salido en medio de 4 retenes policiales y militares.
Un número aproximado de 300 paramilitares se movilizan desde esa fecha
entre Pavarandó , Belén de Bajirá y Curvaradó y otros 200 se mantienen
en Jiguamiandó
En esta misma estrategia de control han amenazado de muerte en Llano
Rico a jóvenes que consumen algún tipo de droga y han militarizado entre
Pavarandó (Resguardo Indígena) y Apartadocito (Territorio Colectivo)
donde también se han sembrado decenas de hectáreas con coca por parte de
los paramilitares
Igualmente en el territorio comunitario de Camelias, en Curvaradó,
continúa la ocupación ilegal de predios en los que se instaló una Zona
de Biodiversidad, los invasores destruyeron siembras de pan coger.
Continúa la operación paramilitar en los territorios colectivos de
Jiguamiandó y Curvaradó, sin que se hayan adoptado medidas eficaces de
prevención de daños irreparables a la población afromestizas e indígena.
Bogotá, D.C. Octubre 26 de 2011
COMISIÓN INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ